¡Papá mira... Bueyes!
Ilustración cueva de Altamira
En verano de 1879, la pequeña María investigaba restos de huesos y utensilios de sílex junto a su padre Marcelino Sanz de Sautuola la entrada a una cueva que se había descubierto años atrás. En un momento dado, María se adentró sola en la cueva, y levantando su lámpara de aceite vio por primera vez, desde hacía 15.000 años , aquellas pinturas en la bóveda. Comenzaba así, la etapa actual de la Cueva de Altamira en Cantabria, tras permanecer oculta durante miles de años.
Esta ilustración es parte de un proyecto de marcapáginas ilustrados del colectivo la PiLA (Profesionales de la Ilustración y del Diseño Gráfico de León Asociados) en la que colaboré. El tema era totalmente libre y desde hacía tiempo quería ilustrar ese momento mágico de la arqueología española. Y es que la historia de la cueva lo tiene todo para atraer el interés de un ilustrador; misterio, pinturas ocultas, exploradores del siglo XIX y una niña que sin miedo se adentra en una gruta para terminar viendo “bueyes”…